miércoles, 30 de enero de 2013
CÓMO SUCEDIÓ LA ORDENACIÓN DEL PRIMER DIÁCONO PERMANENTE EN COSTA RICA
En el año 2001, los señores Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR) solicitaron al Vaticano el permiso para ordenar Diáconos que ejercieran de manera permanente este Ministerio, que es el primer grado del Orden Sagrado y Orden Sacerdotal. Es decir, ordenados para ser Diáconos y no en función de ser después ordenados Presbíteros. Por lo mismo, llamados Diáconos Permanentes.
Hacia mediados del año 2002 el Vaticano contestó afirmativamente a la solicitud de los señores Obispos, pidiendo a la vez, la implementación de un proceso de formación adecuado, para los que resultaran aspirantes o candidatos al Diaconado Permanente.
El primer Obispo que presentó, a inicios del año 2002, ante la Conferencia Episcopal un candidato al Diaconado Permanente fue Monseñor Héctor Morera Vega, Obispo de la Diócesis de Tilarán. El aspirante era el laico Federico Cruz Cruz, quien laboraba como Asesor Regional de Educación Religiosa, en la Región Educativa de Liberia; casado con la señora Rafaela Soto Astorga, con quien procreó sus hijos: Carol Andrea, Federico Alonso y Susy.
En Octubre del 2002 Monseñor Héctor Morera fue designado Obispo Emérito, por haber cumplido ya sus 75 años de edad, y entregó la diócesis a su sucesor, Monseñor Vittorino Girardi Stellin, quien continuó el proceso de preparación de Federico Cruz, quien, a su vez, había sido designado por la CECOR, como Director del Departamento de Educación Religiosa, en San José, por lo que se había trasladado con su familia, a la ciudad capital.
En el año 2003 la CECOR elaboró las "Normas Básicas para la Formación de los "Diáconos Permanentes en las Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica" y las envió al Vaticano para su aprobación; que se dio en Abril del 2004. Sin embargo, ya la ordenación de diáconos permanentes estaba aprobada por el Vaticano.
Fue así, que el 20 de Diciembre del 2003, presidiendo la celebración Monseñor Vittorino Girardi e imponiendo sus manos Monseñor Héctor Morera, sobre la cabeza de Federico Cruz, éste fue ordenado Diácono Permanente en la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Liberia. Teniendo por padrinos al Presbítero Armando Hernández Hernández y a la Catequista Sofía Vargas Valle, quienes le pusieron la estola diaconal y la dalmática. Vestiduras propias del Diácono. Su lema de ordenación: “Servir a Dios y a los hermanos”.
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